CONCEPCIÓN ARENAL

«Todas las cosas son imposibles, mientras lo parecen» (Concepción Arenal)

No me mueve otro interés que contribuir a ensalzar y rendir un pequeño homenaje a la apasionante vida de una mujer adelantada a su tiempo, me estoy refiriendo a Concepción Arenal.  

Si bien muchas instituciones y autores se han ocupado de la interesante, apasionante y singular vida de su persona y obra, para mí el nombre de Concepción Arenal tiene connotaciones personales porque además de «casi» compartir día, mes y ciudad de nacimiento, también mi vida ha estado rondando a su nombre a través de la proximidad en cuanto a ciudades, nombre de calles, estudios, etc… 

Concepción Arenal fue una mujer preocupada por el «sentimiento de humanidad«, a quien su pensamiento y creencias no le impidieron colaborar con personas creyentes y no creyentes, monárquicos y constitucionalistas, republicanos, liberales y conservadores. Asociaciones y grupos políticos dispares. Pero que tenían algo en común, la entrega a los demás, la denuncia de injusticias y la lucha social por los más desfavorecidos.

Concepción Arenal nace en Ferrol (A Coruña) el 31 de enero de 1820. Hija de la también ferrolana Concepción Ponte Tenreiro y del teniente coronel Ángel del Arenal y de la Cuesta.

La ideología de su padre, firme defensor del liberalismo, y su prematuro fallecimiento marcarán sin duda el carácter de Concepción Arenal.

EL ENTORNO HISTÓRICO

Con el pronunciamiento de Riego, en 1820, los liberales se hacen con el poder y obligan a Fernando VII a jurar la Constitución de Cádiz. Fue un periodo de reformas políticas y económicas, en el que fueron fundamentales la prensa y las sociedades patrióticas, clubes de debate vinculados a las sociedades secretas (masones, comuneros, carbonarios), que participaron en las conspiraciones liberales.

Fernando VII restauró su poder absoluto y persiguió duramente a los liberales. Se exiliaron unas 20.000 personas, incluyendo ilustrados y liberales.

Promovió reformas de la administración, la banca, las finanzas, y se casó, en cuartas nupcias con María Cristina de Borbón.

Abolió la Ley Sálica para que su hija pudiera reinar, lo que enardeció a la facción más absolutista y dio origen al carlismo.

Tras la muerte de Fernando VII, Isabel II, con dos años, fue proclamada reina y su madre, María Cristina de Borbón, regente.

La Regente se apoyaría en los liberales moderados. Entre 1835 y 1837, con la generación de Larra, se consumó la transición política liberal.

LA PRIMERA GUERRA CARLISTA

Tras 7 años de guerra, las fuerzas gubernamentales vencieron a los carlistas y se firmó el Convenio de Vergara. Un motín popular llevó al vencedor, el general Espartero, al gobierno y María Cristina renuncia a la Regencia y es sustituida por Espartero.

Más tarde en 1843 perdería las elecciones y es forzado por Narváez a renunciar a su cargo.

Año 1840, Concepción Arenal tenía 20 años

En sus poemas de juventud Concepción Arenal se describe a sí misma andando por los montes, vestida en pantalón, mientras piensa en su porvenir y en los ideales que la mueven. Lo que sugiere soledad y un gusto precoz por el estudio y la lectura.

Concepción Arenal (Conchita) en aquellos años se formaría un esquema emocional del que ya no se desprendería, concediendo el supremo poder a los sentimientos y al derecho de las personas nobles y apasionadas a cortar con todo lo convencional y frustrante.

Las tópicas enseñanzas de su madre acerca del destino de las mujeres no lograrían penetrar en su carácter rebelde y vehemente.

FERNANDO GARCÍA CARRASCO

El 10 de abril de 1848 contrajo matrimonio con el abogado y escritor Fernando García Carrasco, en la parroquia madrileña de San Ildefonso. El traje de novia que vistió ese día se lo prestó la hermana política del ex presidente del Consejo de Ministros, Salustiano Olózaga.

Fernando Francisco García Carrasco había nacido en Mérida, Extremadura, el 16 de mayo de 1807, con diez años ingresó en el Real Seminario de Nobles de Vergara, en Guipúzcoa, del que había de salir tres años más tarde, el 4 de diciembre de 1820.

Durante los primeros años de matrimonio Concepción Arenal parece decantarse por la literatura. Escribe algunas composiciones poéticas, tres obras de teatro –Un poeta, La medalla de oro y Dolor y misterio-, una zarzuela –Los hijos de Pelayo-, una novela que no se ha conservado –Historia de un corazón- y sus Fábulas en verso (1851), texto que será declarado lectura obligatoria en enseñanza primaria.

En 1855 junto a su marido García Carrasco comienza a colaborar en La Iberia, periódico liberal fundado por Pedro Calvo Asensio en 1854

La prosa de la autora en estos artículos es sobria, pues le preocupa, sobre todo, conseguir una exposición clara que ponga de relieve la importancia del hombre que contribuye a hacer progresar la sociedad a la que pertenece.

PENSAMIENTO Y ACCIÓN

Tanto el destierro de Isabel II como el espíritu renovador de la política que trajo consigo la revolución de septiembre de 1868 fueron acontecimientos vividos intensamente por Concepción Arenal, instalada en Madrid desde el año anterior.

Publica el folleto «A todos» dirigido al corazón del nuevo Estado, donde reclama una necesaria reforma de las prisiones.

Su preocupación por la situación en la que se encontraban los presos viene motivada por el hecho de que, a iniciativa de la propia Isabel II, el ministro de Gobernación, Florentino Rodríguez Vaamonde, la nombrara el 4 de abril de 1864  Visitadora de Prisiones de Mujeres.  

En 1865 se crea la Sociedad Abolicionista con el fin de acabar con la esclavitud en las colonias españolas. Concepción Arenal presentará al certamen literario que se convoca el poema titulado Oda a la esclavitud, que obtiene el primer premio.

Tras la Revolución del 68 el gobierno provisional presidido por Serrano la nombra Inspectora de Casas de Corrección de Mujeres, cargo que desempeña hasta 1873.

COLABORACIÓN CON JUANA DE VEGA, CONDESA DE ESPOZ Y MINA

Al ser nombrada Visitadora de Prisiones de Mujeres se traslada a La Coruña, donde la condesa de Espoz y Mina, Juana Vega, se convertirá en una de sus mejores colaboradoras.

JUANA DE VEGA

Fruto de esa experiencia personal son sus conocidas Cartas a los delincuentes (1865)

Con la Condesa de Espoz y Mina, que fallece ese mismo año 1872, interviene en la creación de «La Constructora Benéfica», al objeto de edificar casas baratas.

LA VOZ DE LA CARIDAD

En 1870 funda La Voz de la Caridad, periódico que durante sus catorce años de existencia fue plataforma para denunciar los abusos e inmoralidades presentes tanto en hospicios como cárceles de la época.

Desde sus páginas Concepción Arenal, que contaba con la ayuda moral y económica de la condesa de Espoz y Mina, Fernando de Castro, Gertrudis Gómez de Avellaneda, Salustiano Olózaga … impulsa proyectos como el llamado “patronato de los diez” que, a imitación de lo llevado a cabo en Francia, consistía en que diez familias adineradas se pusiesen de acuerdo para ayudar a una familia sin recursos.

Es en La Voz de la Caridad donde Concepción Arenal publica sus «Cartas a un obrero», que tanto éxito tuvieron.

Mantendrá una gran amistad con Francisco Giner de los Ríos, Fernando de Castro y Gumersindo de Azcárate, especialmente.

CONCEPCIÓN ARENAL Y SU DEDICACIÓN A LA MUJER

Su interés por el papel de la mujer en la sociedad es una constante a lo largo de toda su vida.

Haciéndose eco ahora de las famosas Conferencias Dominicales para la Mujer, pronunciadas en el paraninfo de la Universidad Central de Madrid durante el curso de 1869-70, actividad propiciada por Fernando de Castro, rector en ese momento de la institución universitaria o de la creación a iniciativa del propio Castro de la Asociación para la Enseñanza de la Mujer y la Escuela de Institutrices en 1871.

Es el momento que elige para publicar «La mujer del porvenir» (1869) donde reflexiona sobre su papel en la nueva sociedad postisabelina, su primera obra de carácter feminista -en realidad había sido redactada en 1861- y a la que seguirán, años más tarde, trabajos como La mujer en su casa (1881), Estado actual de la mujer en España (1884) o La educación de la mujer (1892). Obras en las que Concepción Arenal se propone no sólo disipar los errores que sobre la mujer han arraigado en la opinión de la mayor parte de la sociedad, sino también reivindicar la capacidad intelectual de la mujer y su derecho a recibir una educación que le permita desempeñar cualquier profesión en condiciones iguales a la del hombre.

De esta época es su relación con la feminista británica Josephine Butler a través de la lectura que hace de su obra. Butler era una abolicionista y Arenal barajó la idea de fundar un movimiento similar en España.

ULTIMA ETAPA en la vida de CONCEPCIÓN ARENAL

En 1884 muere su hijo Ramón, militar que había estado en Cuba. Totalmente abatida Concepción Arenal cierra «La Voz de la Caridad». Fernando, su otro hijo, es destinado a Pontevedra y en 1889 se traslada a vivir con su hijo.

Sufrirá una bronquitis crónica, pese a ello colaborará con Lázaro Galdiano quien le publica su último libro: «El visitador del preso«.

Concepción Arenal muere el 4 de febrero de 1893.

Una vez fallecida comenzó muy pronto la reivindicación de su persona y lo que había significado su labor.

• El Ateneo de Madrid dedica ese mismo año tres sesiones a honrar su memoria
• En 1894 se inaugura en Orense una estatua suya erigida por suscripción popular
• Ese mismo año de 1894 el librero Victoriano Suárez inicia la publicación de sus Obras completas, que ocupan 23 volúmenes, varios de los cuales conocieron sucesivas reediciones, influyendo sus escritos mucho más tras su muerte que en vida.

Para saber más:

• Exposición que tuvo lugar en la BIBLIOTECA NACIONAL DE ESPAÑA (BNE): Concepción Arenal: la pasión humanista 1820-1893. Madrid. Comisarias Anna Caballé y Cristina Peñamarín. Fecha, del 16 de diciembre de 2020 al 4 de abril de 2021.

Consultar el folleto de la exposición: aquí

• Concepción Arenal y Otros. Amor propio orgullo y vanidad. Ayer, hoy y mañana. en BDH Biblioteca Digital Hispánica. Documento digitalizado: aquí

• Clara Campoamor, El pensamiento vivo de Concepción Arenal, Losada (Biblioteca del pensamiento vivo, nº 23), Buenos Aires 1939

• Juan Antonio Cabezas, Concepción Arenal o el sentido romántico de la justicia, Espasa Calpe (Vidas españolas e hispanoamericanas del siglo XIX, nº 59), Madrid 1942

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