CULTURA MINOICA- LA EDAD DEL BRONCE EN EL EGEO.
Nuestro punto de partida es la Edad del Bronce en el Egeo, nos vamos a trasladar a un periodo entre los años 2650 a.C. y 1200 a.C. aproximadamente.
Me estoy refiriendo a una amplia área con distintas zonas geográficas, cada una de las cuales tuvo su momento de esplendor: Las islas Cícladas, la isla de Creta y la Grecia Continental.
A cada una de ellas le dedicaremos una entrada en el blog.
Google Maps – Grecia: El Mar Egeo
Empezamos hoy fijándonos en una de estas zonas: LA ISLA DE CRETA.
En ella situamos una cultura que conocemos con el nombre de: cultura minoica, que se desarrolló entre el año 2.600 a.C. y el año 1200 a.C. Una cultura que aún hoy nos resulta un enigma y de la que hemos oído muchas versiones e historias fascinantes.
CRONOLOGÍA de la CULTURA MINOICA
- El Periodo Prepalacial abarca desde el 2600 al 1900. Es conocido como periodo del “Minoico Antiguo”.
- El Periodo Palacial es el periodo de la hegemonía de Creta en el Egeo. Va desde el 1900 al 1470. Sería el “Minoico Medio”, la época de los Primeros Palacios va entre 1900 y 1700, y el «Minoico Reciente» sería la época de los Segundos Palacios que va desde 1700 a 1470.
A principios del Minoico Medio se desarrolló la talasocracia minoica con asentamientos comerciales en el Egeo y comercio marítimo documentado con Egipto, Asia Menor, Próximo Oriente, Chipre y Siria.
- El Periodo Pospalacial vendría a continuación y duraría hasta el año 1200. Lo reconocemos por un hecho que afectaría de manera decisiva al desarrollo de esta civilización, se trata de la erupción en 1470 del Thera, en este momento se destruirían los Palacios minoicos y no volverían a recuperarse. Cronológicamente llegaría entonces el dominio micénico en Creta.
Fue Arthur Evans quien inició en 1900 las excavaciones de Knossos en la isla de Creta, el fue quien llamó minoica a esta cultura y la relacionó con el mito del laberinto.
CRETA – EL MITO DEL LABERINTO
Minos era el hijo del rey de Creta y aunque no le correspondía gobernar por sucesión, deseaba hacerlo. Le pidió a Poseidón, dios de las aguas, una señal para indicarle que tenía su protección para ser el nuevo rey de Creta.
Poseidón como señal, hizo salir de los mares un hermoso toro blanco que Minos prometió sacrificar cuando fuera rey.
Pero el toro era tan maravilloso que no pudo hacerlo y sacrificó en su lugar a otro animal, escondiendo al toro blanco entre sus rebaños.
Poseidón, descubrió el engaño, e ideó una forma de castigar a Minos. Hizo que su esposa, Pasifae, se enamorara locamente del toro y de esa unión nació el Minotauro.
Minos, horrorizado, encargó a su arquitecto Dédalo que construyera un lugar donde esconderlo, fue en ese momento cuando Dédalo construyó el Laberinto.
El Minotauro sólo comía carne humana y cada año siete muchachas y siete muchachos atenienses eran enviados como tributo a Creta, que años atrás había vencido a Atenas. Eran introducidos en el Laberinto y sacrificados a la bestia.
Pero un año, Teseo, hijo del rey de Atenas, se ofreció para ser uno de los muchachos entregados a Creta para ser sacrificados. Su intención era matar al Minotauro y liberar a su patria del pesado tributo. Teseo es el héroe que aparece en muchas representaciones artísticas enfrentándose a esta tarea descomunal.
Cuando llega a Creta conoce a Ariadna, hija de Minos, y se enamora de ella. Ariadna ayuda a Teseo. Le da su famoso hilo para que, si conseguía matar al Minotauro, pudiera salir del Laberinto. Teseo se enfrenta a la bestia y la mata, y gracias al hilo de Ariadna no se pierde y consigue volver.
Los atenienses y la hermosa Ariadna se embarcaron en el mismo barco en el que habían llegado a la isla, pero Ariadna, quizás por deseo divino, no conseguiría su propósito, su destino no iba a estar al lado de Teseo, pero esta es otra historia…
El laberinto en el arte contemporáneo
El laberinto sigue siendo un tema recurrente, lo es también en el arte a través de imágenes y sucesos que vienen de los sueños, lo tenemos en este blog cuando veíamos la vida y obra de Mike Worrall, os dejo el link por si os apetece echar un vistazo a este laberinto moderno.
Seguimos nuestro camino a través de la cultura minoica, en Creta. Vamos a ver cómo eran los palacios, la sociedad y el arte en esta cultura.
LOS PALACIOS
Creta cuenta con una serie de centros palaciales como son: Knossos, Festo, Mallia o Zakros.
Se trata de ciudades-estado cuyo centro es el palacio-santuario. Hay además una multitud de establecimientos urbanos menores, como por ejemplo Hagia Triada, diseminados por la isla y dotados de residencias a imitación del palacio, así como santuarios situados en grutas y en cumbres de montañas.
El rasgo que más sorprende de la civilización minoica es el modo de asentamiento de la población entorno a un edificio central: el palacio, un gran complejo civil al servicio de la ciudad.
Los palacios, reedificados sobre otros más antiguos, carecen de la monumentalidad egipcia o mesopotámica, pero ofrecen en cambio un complejo carácter abierto a la vez que íntimo, en el que la residencia regia se complementa con el centro de actividades económicas.
Los palacios cretenses poseen todos una estructura parecida, aunque sin estar sometidos a un esquema determinado.
Algunas de las características comunes en los Palacios cretenses:
-Están construidos en colinas o lugares elevados.
-Tienen un carácter abierto.
-Son muy funcionales: tienen la casa del rey, la casa de los nobles, etc., todo ello totalmente compartimentado.
-Poseen independencia económica.
-Suelen estar orientados de norte a sur y organizados en torno a un gran patio central. Hacia el oeste se disponen las estancias de carácter público o administrativo y al este se disponen las habitaciones de carácter privado.
-Todos ellos dan una sensación muy laberíntica, con un trazado asimétrico y ocupando grandes espacios.
-Tienen dos o tres plantas, a veces incluso cinco. Todas ellas terminan en terraza. Al tener varias plantas se originan los llamados «pozos de luz», que sirven para iluminar y ventilar.
EL PALACIO DE KNOSSOS
El Palacio de Knossos es un rectángulo de aproximadamente 150 x 100 m.
Se configura, como todos los palacios cretenses, en torno a un gran patio central, lugar de reunión y de acogida y distribución de productos.
A su alrededor, cientos de habitaciones y pasillos ascendían por la ladera de la colina, lo cual nos hace pensar en la leyenda del laberinto.
Debemos tener en cuenta que los reyes minoicos no parecían sentir la necesidad de impresionar a nadie con su poderío o su crueldad.
Los accesos eran discretos, los habitáculos se prolongaban en terrazas y galerías.
Las habitaciones de la familia real eran pequeñas con techos bajos con brillante decoración con motivos que recuerdan a la naturaleza y su entorno, la reconstrucción que podemos disfrutar hoy nos hace pensar en un ambiente de luz y brillante intimidad.
Las paredes son de piedra maciza y como elementos sustentantes se emplean pilares prismáticos pero sobre todo columnas de madera, que se han podido reconstruir gracias a las pinturas murales. Curiosamente las columnas adelgazan de arriba abajo.
LA DIOSA DE LAS SERPIENTES
Como me ha ocurrido en otras ocasiones, mi sorpresa fue enorme cuando me encontré a esta estatua, que había visto en numerosas ocasiones y distintos libros. Resultaba ser un estatua casi diminuta comparada con la idea que me había hecho de ella.
Esta estatua procede del Palacio de Knossos, del año 1600 a.C.
Está realizada en terracota y en efecto sólo mide 34 cm de altura (a mí, al verla, me pareció que incluso medía menos).
Representa a una joven con los pechos al descubierto, un típico corpiño muy estrecho y una falda con una especie de volantes.
Encontramos en ella una característica común en el arte cretense, la elegancia que vemos en ella a través de su contorno junto a la suavidad de su movimiento, la misma sensibilidad que distingue a las pinturas murales.
Existen otras figuras similares. Todas ellas son del minoico medio, aunque también se dieron en el minoico reciente. Se trata de representaciones de una diosa (probablemente la de la fertilidad) o de una sacerdotisa.
EL ARTE CRETENSE CARACTERÍSTICAS GENERALES
Su poderosa marina, de carácter eminentemente comercial, así como su excelente organización administrativa y social conducirán al esplendor del arte minoico.
Las imágenes se desarrollan a partir de precedentes egipcios o mesopotámicos. En ellas se aprecia la vida, el movimiento, la captación de la naturaleza y un gran colorido y originalidad.
El arte cretense es reflejo de la existencia alegre y pacífica de los cretenses, sus rituales y sus diversiones.
Los palacios minoicos están abiertos a la naturaleza, y ésta es recogida en la pintura mural y en la cerámica.
Los soportes fundamentales en la arquitectura cretense son el pilar y, sobre todo, la columna, que será muy característica: normalmente de madera policromada, aunque también podía ser de otros materiales, pero no piedra. El fuste era o liso o estriado, pero en todo caso la parte inferior era menos ancha que la superior. Podía tener basa o no. El capitel estaba formado por dos partes: una montura convexa y grande y un dado aplastado, por lo que se le considera antecedente del capitel dórico, aunque mucho más vasto.
LA FIGURA HUMANA EN EL ARTE CRETENSE
Nos encontramos con un esquema bastante rígido con torso geométrico que termina en una cintura de avispa, convencionalismo de color, curiosamente las imágenes femeninas suelen ser claras y las masculinas oscuras.
LA PINTURA EN ESTE LUGAR DEL MEDITERRÁNEO
Tanto en los murales como en la cerámica, las líneas de los contornos, rítmicas y libres, constituyen el aspecto más delicioso de la pintura minoica, tanto más sorprendentes si las comparamos con las rígidas composiciones de Egipto y Mesopotamia.
Los vasos pintados reproducen con profusión de curvas la vegetación exuberante.
JUEGO DEL TORO
Se trata de un fresco de Knossos, hacia 1500 a.C.
El juego o danza del toro (taurocatapsia) todavía nos resulta un enigma.
Se cree que enlaza con el mito del Minotauro según nos ha llegado a través de los griegos.
El toro de Knossos junto a los acróbatas sugieren la idea de una danza ritual.
LA ORFEBRERÍA EN LA ISLA DE CRETA
En cuento a la orfebrería, su exquisitez nos habla del desarrollo tecnológico, económico y artístico de Creta, donde se alcanzó un singular desarrollo.
De las necrópolis del Minoico Antiguo (2600-2300 a.C.) proceden armas de cobre puro, cortas dagas triangulares de 10 cm de longitud y “píxides” o cajitas rituales de esteatita o dorita, con decoración incisa de triángulos múltiples y a veces figuras de cánidos yacentes, así como alfileres de oro recortado de formas florales.
UNA OBRA MAESTRA DEL ARTE MINOICO: LAS ABEJAS DE MALLIA
Un ejemplo de la orfebrería cretense lo tenemos en las abejas de Mallia, del Minoico Medio, datada entre 1900 y 1700 aC, Si os gusta buscar souvenirs que os recuerden a la cultura del lugar que estáis visitando, aquí os dejo esta opción, realmente son muy bonitas y muy curiosas. Las abejas están curvadas de modo que el conjunto forma un círculo del que salen por los lados las alas, sobre sus cabezas hay una bola de oro en una especie de jaula.
HERACLIÓN
Visita y parada obligada en Creta.
Además de ser una de las cuatro provincias en las que se divide Creta, es también la capital de la isla.
La ciudad de Heraklion también alberga el principal aeropuerto de la isla de Creta y es uno de los principales destinos turísticos de Creta gracias a una amplia variedad de restaurantes, hoteles y tabernas tradicionales.
FORTALEZA VENECIANA DE KOULE. Fotos Joaquín y Ana (Arte e Historia Viajando Por El Mundo)
MUSEO DE HERACLIÓN
El Museo Arqueológico de Heraklion alberga la mayor y mejor colección de arte minoico en el mundo abarcando cinco milenios de historia de Creta, desde el Neolítico hasta el período Grecorromano.
Todos los objetos expuestos proceden exclusivamente de las excavaciones arqueológicas realizadas en Creta.
A destacar:
El Disco de Festós (Phaistos), la Diosa de las serpientes, fabulosos fragmentos de los frescos originales del Palacio de Knossos, como el de la elegante joven llamada “La Parisina” o El salto del toro tallado en marfíl y el homónimo fresco, el colgante de oro en forma de abejas, los anillos de oro minoicos, el famoso anillo del Rey Minos, el recipiente Rhyton en forma de cabeza de toro y, lo que estamos acostumbrados a ver en los libros de texto: la cerámica, como los numerosos objetos de cerámica de Kamares.
Seguiremos viajando por el Egeo a través del Arte y la Historia.
Gracias por estar ahí y por acompañarme en este recorrido.
imágenes: fotos Ana María Hermida/wikimedia commmons/public domain
Os animo a seguir buscando información sobre esta enigmática cultura. Os dejo aquí algunas sugerencias…
PARA SABER MÁS:
Brandon (1975). Diccionario de las religiones comparadas (2 vols.). Madrid: Ediciones Cristiandad.
Elvira Barba, M.A. Historia del arte griego: obras y artistas de la antigua Grecia. Guillermo Escolar Editor, 2019.
Martin, M. K. y Voorhies, B. (1978). La mujer: un enfoque antropológico. Barcelona: Anagrama.
Pollitt, J.J. Arte y experiencia en la Grecia Clásica. Xarait Libros. Madrid, 1984.
Robertson, M. El arte griego, Introducción a su historia. Alianza Editorial, Madrid. 1985.
Scarre, Ch. (1995). Cronos. La historia visual de nuestra civilización desde los orígenes del hombre hasta el 1500. Barcelona: Ediciones B.
Storch, J., León, P, Elvira, M. A. El arte griego. 3 vols. Historia 16, Madrid, 1989.
Woodford, S. Arte griego y romano. Blume, 2020.
DICCIONARIOS Y GLOSARIOS DE ARTE
Experta en Nuevas Tecnologías e-Learning.
Soy licenciada en Historia, diplomada en Magisterio y lo más importante : soy una viajera incansable.
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