ALÍ BEY EL-ABBASSI

DOMINGO BADÍA Y LEBLICH. UN EXPLORADOR DE LEYENDA

Alí Bey Libro de Viajes. BDH (Biblioteca Digital Hispánica)

Alí Bey el-Abbassi en realidad era Domingo Badía y Leblich, había nacido en Barcelona en 1767 y murió en Siria en 1822.

Un vida de cuento al estilo oriental.

Desconocemos cómo fue su formación, que debió ser autodidacta.

En 1774, la familia Badía se mudó a Málaga, donde Pedro Badía Castillo (su padre) sirvió de secretario al capitán general de Málaga hasta enero de 1779. Seguidamente sería nombrado contador de guerra y teniente de tesorero del partido militar de la ciudad de Vera (Almería), fue aquí en Almería donde Domingo pasó su infancia.

En 1791, a los veinticuatro años, se casó con María Lucía de la Asunción Berruezo, de su misma edad, en Vera.

Será requerido para trabajar en Córdoba donde aprovecha para comenzar por su cuenta en su gran proyecto: la construcción de un globo aerostático que pensaba emplear para llevar a cabo observaciones atmosféricas pero lo único que consiguió fueron burlas ante el fracaso obtenido y deudas, muchas deudas. 

Ante tal circunstancia y después de ver también a su suegro arruinado por su culpa, vendió casi todas sus posesiones y mandó a su mujer e hijos a Vera, donde vivirían con sus suegros.

Se trasladaría a Madrid, obtuvo allí un empleo como secretario y bibliotecario de Pablo Sangro y de Merode, príncipe de Castelfranco.

En Madrid, pasaría momentos de terribles privaciones pues debe de ocuparse de su familia que estaba en Almería.

Le fascinan los libros de viajes y es en ese momento en el que empezó a interesarse por el que sería su gran viaje. 

No tarda mucho y el 8 de abril de 1801 presentó a Godoy el Plan de Viaje al Africa con objetivos políticos y científicos.

Manuel Godoy, by… Francisco Folch de Cardona

Proponía comenzar el proyecto por un viaje de preparación a Londres, donde se reuniría con los científicos y exploradores más renombrados y adquiriría los instrumentos científicos más modernos. A continuación, durante cuatro años, viajaría por Marruecos.

A Godoy se le ocurrió que Badía podía reunirse con los rebeldes en Marruecos y ofrecerles el respaldo militar de España para destronar a Solimán.

Lo más novedoso de su proyecto eran las ideas de viajar solo y de hacerse pasar por árabe durante sus viajes.

Ali Bey

Godoy observó…

Badía era el hombre para el caso. Valiente y arrojado como pocos, disimulado, astuto, de carácter emprendedor, amigo de aventuras, hombre de fantasía y verdadero original, de donde la poesía pudiera haber sacado muchos rasgos para sus héroes fabulosos; hasta sus mismas faltas, la violencia de sus pasiones y la genial intemperancia de su espíritu le hacían apto para aquel designio. 

Tras muchos contratiempos debido a la oposición ante su proyecto por parte de académicos y las Secretarías de Estado y Hacienda. Por fin sale de Madrid el 12 de mayo de 1802, llegando a París el 7 de junio.

Durante su estancia en la capital francesa pudo reunirse con el famoso astrónomo Joseph de Lalande, el naturalista Jean Baptiste Lamarck y otros sabios.

En agosto fue a Londres, donde fue presentado a Sir Joseph Banks, presidente de la Royal Society, y al astrónomo Nevil Maskelyne , entre otros.

Domingo Badía, ya era Alí Bey  cuando llegó a Cádiz el 26 de abril de 1803. 

El 29 de junio cruzó el estrecho de Gibraltar y es en Tánger donde se presenta como hijo y heredero universal de un príncipe sirio rico, descendiente directo de los califas abasíes y que había tenido que huir de la patria por razones políticas.

El cuento parecía una fantasía pero fue aceptado, y muy pronto Badía fue presentado a los más altos dignatarios civiles y religiosos de Tánger.

El sultán Soliman, fue a Tánger y Badía consigue su simpatía siendo invitado a reunirse con su Corte en Fez.

Ilustración Ali Bey. Libro de viajes. Marruecos. Vista de la cordillera del Atlas. BDH (Biblioteca Digital Hispánica)

Badía entabla negociaciones con los jefes de las tribus rebeldes, manteniendo a Godoy constantemente al tanto de sus progresos y éste a Carlos IV, el cual viendo hasta qué punto había llegado el engaño y temiendo por un resultado sin control, tratándose de un sujeto de su igual, decide acabar con la misión. 

Sin embargo, cuando España declaró la guerra a Inglaterra, y Marruecos ayuda a los ingleses, Carlos IV vuelve a autorizar a Badía a seguir con la misión, pero la situación ya no era la misma y Badía ya no contaba con la confianza de los rebeldes.

Solimán sospecha de Badía y lo expulsa de Marruecos.

Ali Bey

Su vida se desarrolló  entre dos mundos, el árabe y el occidental. 

Desde Marruecos peregrinó a La Meca, pasa por Trípoli, de allí marcha hacia Alejandría, pero una extraña tormenta le llevará a Chipre.

Permanecerá varios meses en Chipre, donde hace un relato y descripción de sus restos arqueológicos que no se habían visto hasta ese momento.

Chipre. Margen derecha del río corresponde a la parte griega-La margen izquierda a la parte turca (Ilustración Ali Bey)
Chipre. Costa y Ruinas de Pafos (Ilustración Ali Bey)

Recorre Grecia y Egipto

Ilustración de Alí Bey, en Alejandría: Columna de Pompeyo y Obelisco de Cleopatra

Después visita los Santos Lugares, Siria, Turquía para desde Constantinopla regresar a Europa.

Lo que parece un itinerario claro, en su libro de viajes no queda tan claro, tampoco sus actividades.

Lo que si vemos en su libro es ya el paso de un hombre de la ilustración hacia el romanticismo, ya vemos en él a un viajero que se siente atraído e impresionado por lo desconocido y exótico de Oriente.

Alí Bey

Domingo Badía cumplió el destino de los afrancesados y, una vez en Francia, muchos años después, reintentó su aventura, en la que murió.

A nosotros nos queda el relato de sus viajes, dudas sobre sus pretensiones, y la conciencia de estar ante un gran aventurero que aún no comprendemos del todo.

Un hombre despreciado en su país por afrancesado y en Francia visto como extranjero sospechoso.

Todavía hoy no entendemos con claridad su itinerario, sus objetivos y sus metas, pero sin duda debe ser recordado como uno de los grandes viajeros de los últimos siglos, un gran explorador, escritor y científico.

Para Saber más…

  • Casas, A. 1943. Alí Bey. Vida, viajes y aventuras de D. Domingo Badía, Barcelona, Ed. Luis Miracle.
  • Lafarga, F. 1996. Realidad y ficción en los Viajes de Alí Bey, en Libros de viaje, F. Carmona y A. Martínez (eds.), Murcia, Universidad de Murcia.
  • BNE. Recursos disponibles en BDH (Biblioteca Digital Hispánica)
  • Mayrata, R. 1995.  Alí Bey el Abasí, un cristiano en la Meca, Barcelona, Ed. Planeta

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Ana M Hermida
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