SAN PETERSBURGO – LOS GUARDIANES DEL MUSEO HERMITAGE

 

El HERMITAGE es un conjunto imponente de edificios palaciegos cuya historia comienza con Catalina II.  La historia del Museo Hermitage en San Petersburgo siempre estuvo envuelta en un halo de misterio.

El Palacio de Invierno es el principal edificio del museo que se corresponde con el palacio construido a orillas del río Neva, en el barrio de Dostoyevski, que fue en su día residencia oficial de los zares de Rusia.

Podemos denominarlo como un museo inmenso enciclopédico. Sus colecciones abarcan la Prehistoria, el antiguo Egipto, el mundo Grecorromano y llegan hasta el Arte Renacentista y las Vanguardias.

Sin embargo, no todo el mundo sabe que el Hermitage tiene otra atracción especial: los gatos “hermicas”, como les llaman cariñosamente los trabajadores del museo.

El legendario museo utiliza guardianes felinos para evitar que sus valiosos cuadros puedan ser dañados por ratones.

Un servicio de seguridad muy especial que nada tiene de leyenda sino muy real, una auténtica patrulla felina que vela por la seguridad e integridad del museo.  

Son “los guardianes del palacio” unos setenta gatos que custodian los fondos de la pinacoteca.

El museo otorga una gran importancia a sus gatos y tienen su propio equipo de cuidadores, servicio veterinario para ellos además de varios encargados de su alimentación e higiene.

La historia se remonta al año 1737 cuando Pedro el Grande trajo los primeros gatos desde Holanda para hacer frente a los ratones del Palacio de Invierno original. Su hija Isabel I, que reinó desde 1741 a 1761, siguió la tradición e importó numerosos gatos de la lejana Kazán, una ciudad distante 800 kilómetros de Moscú, mediante un decreto firmado en 1745 especificando claramente qué gatos eran requeridos.

 

Lubok (arte popular ruso) del gato de Kazán

 

 Pedro I el Grande, fue quien compró la colección de cuadros de Rembrant que atesora el Hermitage. Aunque sería posteriormente Catalina II la creadora del museo en 1764, fue la soberana que, por primera vez, otorgó a los felinos el estatus de «custodios» de las riquezas allí atesoradas adquiriendo así la categoría de guardianes oficiales del museo.

Adaptados a los nuevos tiempos, incluso cuentan con su propia página web y un día al año que se dedica a ellos “el día de los Gatos del Hermitage” cada 27 de mayo. 

Inventar el nombre para cado gato no era fácil. Inicialmente, los gatos recibieron los nombres de artistas y escultores famosos, cuyas obras se encuentran en el museo.

De vez en cuando se organizan exposiciones temáticas dedicadas a las pinturas en las que aparecen gatos y otros animales domésticos.

¡Un gran museo de obligada visita! 

Ana M Hermida

Ana M Hermida
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2 respuestas a «SAN PETERSBURGO – LOS GUARDIANES DEL MUSEO HERMITAGE»

    1. Efectivamente Catalina, los felinos han dejado su asombrosa huella a lo largo de casi todas las culturas

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