LA PINTURA IMPRESIONISTA.
La pintura impresionista nace a partir de la segunda mitad del siglo XIX. Busca a grandes rasgos, plasmar la luz y el instante a través de colores puros sin ocultar la pincelada.
Se trataba de una nueva visión, el artista ahora sale al exterior a pintar y es una pintura totalmente distinta.
Claude Monet (1840-1926) fue uno de sus principales representantes.

En la imagen tenemos un retrato de Monet, realizado por Carolus-Duran allá por el año 1867, Monet tendría casi 30 años.
El retrato se encuentra en el Musée Marmottan Monet (Paris) os dejo el link del Museo porque os resultará de gran interés para acercaros a Monet y a su obra.
En 1893, Monet, que era un apasionado por la horticultura, compró un terreno con un estanque cerca de su propiedad en Giverny, con la intención de construir algo «para el placer de la vista y también como motivo para pintar«. De ahí saldrán sus famosas pinturas de jardines.
Posteriormente, será en 1915 cuando Monet construirá un gran estudio cerca de su casa en Giverny para la creación de lo que él llamaría «sus grandes decoraciones», una muestra más de la trayectoria en su arte del jardín junto a la personal visión del pintor.
EL ARTE DEL JARDÍN EN EL SIGO XIX
En el siglo XIX, el arte del jardín se convirtió en un pasatiempo.
Claude Monet, desde sus propios jardines, plasmó en su obra este tema a través de la visualización de los cambios de hora en el día y en las distintas estaciones.
Compartió su pasión por diseñar jardines con amigos como Gustave Caillebotte o el escritor Octave Mirbeau.
El arte del jardín en Monet tuvo gran influencia en el Impresionismo al ser no sólo lugar de inspiración, también fue un punto de encuentro con otros impresionistas entre ellos Renoir, Sisley, Pissarro o John Singer Sargent del que ya os he hablado en otra ocasión.
LOS JARDINES DE MONET

Era con bulbos de flores y semillas, compradas a comerciantes japoneses en París, como obtenía la rica coloración de sus jardines.
La curiosidad de Monet por Japón y sus jardines se aprecia a través del estanque de nenúfares con una creación amplísima de grandes y variados formatos que llevó a cabo durante su obra tardía.
Es en este mismo marco en el que los crisantemos simbolizarían el sol de Japón.
Según iba ampliando su jardín, éste se iba convirtiendo en el tema central de sus pinturas.
El jardín japonés, su inspiración
Curiosamente, lo que Monet consideraba su «mayor obra de arte» no era uno de sus cuadros, sino sus jardines.
Su inspiración eran los jardines japoneses.
He ido a buscar en las carpetas de fotos de Japón y he encontrado algunas fotos que nos pueden servir para ver un ejemplo de jardín japonés. Son fotos que hicimos en una excursión para conocer el “Camino del té” o “Ceremonia del té”.

GOOGLE ARTS & CULTURE: EL ESTANQUE DE LOS NENÚFARES
Google Arts & Culture siempre nos ofrece información de interés, en este caso os remito a estas pincelas sobre la obra de Monet: El estanque de los nenúfares.

El Estanque de los nenúfares
El puente, diseñado por el propio Monet, es un claro ejemplo de la influencia del arte japonés en su obra.
Siguiendo la senda del Impresionismo Monet mostró fascinación por los efectos de la luz mostrando un gran interés por pintar al aire libre y usando pinceladas muy rápidas.
MONET EN EL MUSEO BARBERINI (POTSDAM)
Estando en Berlín pensamos en acercarnos a Postdam, allí íbamos a encontrar una exposición sobre el Impresionismo: una de mis tendencias favoritas en el mundo del arte y la pintura.
Desde el momento en que entré en la exposición del Museo Barberini sabía que no tardaría mucho tiempo en compartir con vosotros mi fascinación por los jardines de Monet.
Potsdam es uno de los centros más importantes de pintura paisajista impresionista en el mundo. Con treinta y ocho pinturas de Claude Monet, ningún otro lugar en Europa fuera de París ofrece más obras de este artista. ¡La visita al Museo Barberini era obligada!.

En 1893, en Giverny, Claude Monet hizo diseñar un jardín en el agua y durante casi treinta años se dedicó “casi” exclusivamente a un motivo: a los tan famosos estanques de nenúfares.
En el cuadro la falta de horizonte y profundidad espacial imparte un aire de inmensidad.
Es a través del uso de pinceladas libres y colores expresivos que vemos muchas veces en sus pinturas, como Monet se convertiría en un pionero de la abstracción en el siglo XX.
En la siguiente imagen, una foto que hice también del museo Barberini, el enfoque del artista en la superficie del estanque de nenúfares da como resultado una visión plana que no tiene precedentes en la pintura de paisajes.

Una curiosidad: Los reflejos del sauce llorón y las nubes se indican con manchas de pintura. ¡Podemos imaginar el paisaje más allá de sus bordes!.
Museo Barberini
Ubicado en el centro histórico de Potsdam, el Museo Barberini es un museo de arte fundado por Hasso Plattner, el creador de la empresa de software alemana SAP y mecenas de las artes.
Desde su apertura en 2017, Barberini se ha consolidado como uno de los museos más populares de Alemania con exposiciones internacionales y una extraordinaria colección de pinturas impresionistas.

https://www.museum-barberini.de/de/

LOS NENÚFARES DE CLAUDE MONET EN EL MoMA DE NUEVA YORK

Estas obras representan el elaborado estanque de nenúfares y los jardines que Monet había creado en su propiedad.

Capturó este tema en más de cuarenta paneles a gran escala y decenas de lienzos más pequeños relacionados con este tema.

LAS CATARATAS DE MONET
Monet era consciente de las limitaciones de su visión. En 1912 había consultado a varios oftalmólogos diferentes que le diagnosticaron cataratas.
Las últimas obras de Monet están marcadas por una especie de brutalidad en la aplicación de los colores, en contraste con los matices más sutiles que caracterizan sus creaciones anteriores.
En estas últimas pinturas del jardín, a menudo sin fecha, es muy difícil decir si la obra está terminada o no, ya que el motivo es casi indescifrable. En cierto modo, también dan testimonio de la visión alterada del artista, a causa de su catarata.

Accederá a la operación de cataratas en su ojo derecho, que se llevó a cabo en 1923 cuando tenía 82 años.
Las medidas correctoras no surtieron efecto hasta la primavera de 1925. Comienza entonces un período de trabajo intenso.
Antes de operarse dominan los amarillos, después dominan los azules.
Dado que Monet solía pintar el mismo motivo repetidas veces a lo largo del tiempo, podemos comparar cuadros del mismo motivo pintados antes y después de su enfermedad ocular.
Os animo a buscar imágenes en internet sobre Monet, para fijaros en cómo va cambiando a lo largo de su vida un mismo tema dentro de su jardín.
LA CASA ENTRE LAS ROSAS
En contraste con las vistas de jardín pintadas en años precedentes (algunas de las cuales tienden a la monocromía), las del verano de 1925 se caracterizan por una paleta más amplia y una pincelada más cursiva. El cuadro La Casa entre las Rosas es uno de los mejores ejemplos.

El cuadro muestra la casa del artista en Giverny vista frontalmente desde el jardín.
De la casa, situada al fondo, se ve la cubierta de pizarra oscura (teñida de violeta por la luz).

Huyendo del bullicio de las ciudades como París o Londres, el jardín con su estanque le servirán de refugio mientras su salud se va deteriorando cada vez más, hasta que en 1926 Claude Monet fallece.
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